Raúl Clyde hace historia en Vistalegre y apunta al Movistar Arena

La noche del 29 de marzo fue un hito en la carrera de Raúl Clyde. Con su salto al Palacio Vistalegre, el artista demostró que su ascenso en el reguetón no es casualidad, sino el resultado de un sonido sólido, una base de fans fiel y una ambición que no tiene techo. El show no solo fue una fiesta de principio a fin, sino que dejó claro que su próximo gran objetivo es llenar el Movistar Arena, un mensaje que él mismo reforzó al cierre del concierto.
Un Vistalegre a reventar
Desde antes de que las luces se apagaran, el ambiente en Vistalegre ya era eléctrico. Miles de seguidores coreaban su nombre y anticipaban cada canción, conscientes de que estaban presenciando un momento crucial en su carrera. Clyde ha sabido ganarse un puesto en la escena urbana con un reguetón crudo y auténtico, y anoche lo demostró con un espectáculo en el que no se guardó nada.
La escenografía, aunque sin excesos, acompañó perfectamente la energía del show: luces intensas, pantallas gigantes y un sonido que hizo retumbar cada rincón del recinto. Desde el primer beat, la conexión con el público fue total.
Nos trasladaba al lugar donde él empezó a escuchar reggaeton y quien diría todo lo que iba a lograr…
Un repertorio a la altura de la ocasión
Raúl Clyde no decepcionó con su selección de temas. “Griselda” hizo que el público explotara en los primeros minutos, marcando un inicio potente.
Pero lo que elevó el espectáculo fueron las colaboraciones. Sobre el escenario, CMARI, Yung Beef, Soge Culebra y MVRK hicieron acto de presencia, aportando cada uno su esencia y sumando dinamismo al show. La ausencia de La Pantera, que no pudo estar por compromisos en Canarias, fue un detalle que no pasó desapercibido, pero Clyde supo mantener la energía arriba sin problemas.
El cierre: un mensaje claro
El punto culminante llegó con “Clio”. No fue casualidad que eligiera esta canción para cerrar, ya que en su letra hay una declaración de intenciones: su próximo gran reto es llenar el Wizink Center. Clyde se despidió dejando esa promesa en el aire, y viendo la respuesta del público en Vistalegre, no parece un objetivo lejano.
Raúl Clyde salió del escenario entre aplausos y gritos de euforia. Su paso por Vistalegre no fue solo un éxito rotundo, sino la confirmación de que está listo para más. Si anoche puso el listón alto, el Wizink será su siguiente gran conquista.