YSY A: Una noche de furia, pogos estallando la capital de España
La Estrofa 28 de marzo de 2025
El pogo es una religión en los conciertos de YSY A
«¿Quién iba a pensar que un niño de 13 años iba a cambiar la historia?». Con esa frase, YSY A abrió su show, entonando las primeras líneas de DUELE, una declaración de principios y un recordatorio de su origen. Ese niño era Alejo Nahuel Acosta Migliarini, quien a los 13 años fundó El Quinto Escalón, el semillero del freestyle argentino que catapultó a toda una generación de artistas. Lo que empezó en una plaza terminó en estadios, y anoche lo volvió a demostrar con un recital explosivo. Su influencia en la música urbana argentina es innegable, y su capacidad para conectar con el público sigue siendo una de sus mayores fortalezas.
Pogos, la esencia del show
Desde el primer tema, la energía en el público fue arrolladora, pero lo que realmente define un concierto de YSY A son los pogos. No son simples saltos y empujones, son rituales de euforia colectiva, descargas de adrenalina que se desatan en cada beat. Cada canción se convierte en un campo de batalla de felicidad, donde nadie se queda quieto. Si nunca viviste un pogo en un show de YSY A, todavía no entendiste lo que es la música en carne viva.
La comunión entre artista y público es total. YSY A no solo canta, sino que incita, empuja, desafía a la multitud a entregarse al caos ordenado del pogo. A medida que avanzaba el show, las rondas de baile y mosh pits crecían en intensidad, fusionando a miles de almas en una misma vibración. Temas como DORMIR ES PARA GILES y FULL ICEfueron detonantes de algunos de los momentos más salvajes de la noche, con olas humanas moviéndose al ritmo de los graves.
Invitados que no podían faltar
Pero la noche tenía más sorpresas. En medio del setlist, el escenario se llenó de invitados de lujo: RVFV, el rapero español que hizo explotar el público con su energía; Natos, parte del icónico dúo Natos y Waor, trayendo su flow callejero; y Sisto, sumando su impronta fresca a una jornada inolvidable. El choque de estilos y la hermandad musical hicieron que el show tomara otra dimensión.
Cada uno de estos artistas aportó su sello personal, generando una química única con el anfitrión de la noche. RVFV, con su estilo vibrante y letras cargadas de calle, conectó de inmediato con la audiencia. Natos dejó en claro por qué es una referencia en la escena del rap en español, mientras que Sisto aportó frescura y una energía juvenil que elevó aún más la atmósfera del evento.
Un final explosivo
El final fue pura locura. Una seguidilla de himnos cerró la noche con el público al borde del descontrol: HIDRO, AMANECER, VUELTA A LA LUNA y TAMO LOCO sonaron una tras otra, dejando sin aliento a todos. La gente saltaba, gritaba, abrazaba desconocidos y se perdía en el frenesí del momento.
El sonido envolvía cada rincón del estadio, las luces y efectos visuales acentuaban la sensación de estar dentro de una tormenta de emociones. La energía se mantenía en su punto máximo incluso en los últimos acordes, cuando el show estaba por terminar. YSY A, visiblemente emocionado, agradeció al público, asegurando que sin ellos nada de esto sería posible.
Cuando la última nota sonó, el estadio temblaba, pero lo más importante ya estaba hecho: la historia se había vuelto a escribir, una vez más, en el pogo de YSY A. La sensación de haber vivido algo irrepetible flotaba en el aire mientras la gente se alejaba del recinto, aún con la adrenalina en las venas y las voces roncas de tanto gritar.