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La Plazuela plasma su evolución musical y personal en «Lugar nº0 (DLY)», su segundo álbum

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El grupo granadino ha estado cerca de dos años elaborando un disco con un fuerte concepto visual y narrativo y que habla de la madurez, los cambios y la calma

Después de dos años, llega Lugar nº0 (DLY) – del inglés Don’t Lose Yourself – el segundo y esperado disco en formato largo del que sin duda es uno de los proyectos musicales más interesantes y frescos del panorama nacional, La Plazuela.

Dos años pasan volando, casi sin darnos cuenta, pero a la vez en ese tiempo también pueden cambiar muchas cosas. Hay cambios que ocurren fuera, en todo lo que nos rodea, pero muchas veces los cambios más significativos ocurren por dentro. Así, un día nos damos cuenta de que la perspectiva con la que miramos las cosas ya no es la misma. Es posible incluso que lo que fuera un sueño ahora sea una realidad, con la diferencia de que en la realidad las cosas no son como las soñamos. Según pasan los años las emociones dejan de ser simples. Aparecen el desarraigo, la nostalgia, la ansiedad… emociones que surgen de la suma de otras emociones. Aunque hasta que lo entiendes todo se vuelve extraño, confuso y te haces preguntas.

De esas preguntas y de sus respuestas surge este segundo disco de La Plazuela, del nexo entre el ayer y el hoy, de los diálogos interiores entre la persona que eras y la que serás en un ejercicio de honestidad y crecimiento. Por eso en este disco, Lugar nº0 (DLY), se pone en valor la necesidad de recuperar la calma, la soledad elegida, y abandonar el ritmo frenético de las ciudades y las redes en el que las cosas nos pasan por encima casi sin darnos cuenta. Se pone en valor la escucha con atención, con intención, con acción. 

Musicalmente se mantiene la esencia sonora de La Plazuela con su característica fusión del flamenco, la electrónica de baile y el funk. Eso sí, elevada al siguiente nivel con elementos de jazz, jungle, city pop japonés, salsa y un largo etcétera en el que las temáticas complejas y emocionales se ven reflejadas en la evolución musical (también más compleja) del proyecto. Un sonido alegre y vitalista que en muchas ocasiones acompaña temáticas más profundas, convulsas y reflexivas al más puro estilo de la Motown. La producción corre a cuenta de Álvaro Arellano, del dúo granadino Texture, quien ya trabajara con ellos en su anterior trabajo en formato corto: La Caleta

Este segundo disco, Lugar nº0 (DLY), representa un cambio notable de temáticas y sonidos a la vez que se siente como un crecimiento, una continuidad de lo más natural para una banda que siempre se ha mostrado honesta y respetuosa consigo misma y con su música. Una vez lo escuchas, no te queda ninguna duda de que el segundo disco de La Plazuela no podía ser otro que este Lugar nº0 (DLY).

01.- Nº0

Nº0 es sin duda el tema más pausado del disco, una inicio ideal para introducir al oyente en algunas de las pinceladas del universo sonoro y temático que se encontrará en el resto del disco. El texto reflexiona en torno a la idea del consumo constante de contenido, el ritmo frenético al que estamos expuestos y la necesidad de parar, escuchar y conectar con nosotros mismos y lo que nos rodea.

02.- Tengo que pensar

En Tengo que pensar el jazz, el city pop más alegre y el sonido de La Plazuela se encuentran para crear una atmósfera que permite que la letra, cruda, reflexiva y por momentos, triste, se sienta como un ejercicio poderoso de crecimiento esperanzador y consciente, elementos estos comunes al resto del álbum.

03.- Si miro patrás

Posiblemente sea uno de los temas más complejos del disco. Al sonido de La Plazuela se le añade, en varios momentos de la canción, una banda de Semana Santa (más concretamente la Banda de La Victoria del Realejo) grabada al completo durante el proceso de creación del disco. Esto es verdaderamente innovador ya que, en la revisión de estos sonidos, lo normal, es utilizar un sample. La letra es una crítica directa a toda esa gente que va por detrás mientras que a ti te pone buena cara, en definitiva, a la gente falsa.

04.- Este juego

Este juego reflexiona sobre el mundo de la música, un mundo que no viene con manual de instrucciones y en el que tienes que ir aprendiendo poco a poco, a base de desencantos y alegrías, pero siempre procurando no perderte a ti mismo ni a las razones por las que estás en él. Escuchamos tintes de un city pop muy dinámico, energético y liberador.

05.- Solo eres pa mi

En esta canción podemos encontrar la única colaboración de todo el disco. A La Plazuela se le suma la voz de Ángeles Toledano en una reflexión en torno al amor y, más concretamente, a cómo vivimos las relaciones. En lo musical escuchamos cambios, idas y venidas, toques de jazz vintage y un r&b disfrazado de city pop en el que además podemos encontrar un sampleo de El Junco con unas cuerdas orquestales grabadas en el estudio que aparecen de cuando en cuando, como un easter egg.

06.- B12

La descripción de B12 es relativamente sencilla: es todo un hit, un himno de baile que, como la vitamina, es capaz de resucitar a cualquiera. En lo musical escuchamos en disco house elegante con cierta presencia, en algunos momentos, de elementos del pop japonés de los 80.

07.- 18010

18018 no solo es el título de esta canción sino que también es el código postal del Albayzín. Nos habla de su Granada natal, de la cotidianeidad y del día a día en la que siempre será su casa, el lugar del que vienen y que nunca van a dejar atrás. Probablemente sea el tema en el que más podemos reconocer a La Plazuela de trabajos anteriores.

08.- DLY

Es un interludio en el que suena un piano jazz al más puro estilo del Nueva York clásico. La voz que escuchamos nos habla del cambio y de cómo a veces nos abruma, pero también de lo importante que es aceptarlo para seguir creciendo. El audio es un audio originalmente enviado a través de WhatsApp por parte de una persona cercana a ellos (es por eso que está en inglés), un audio tan real con un mensaje tan certero que acabó siendo utilizado tal cual en este interludio.

09.- Tiempos raros

Esta canción nos habla de esos momentos en los que las cosas no encajan dentro de uno mismo, pero también de esos momentos en los que uno empieza a hacerse las preguntas adecuadas, esas que nos hacen crecer. Musicalmente escuchamos una fusión de jazz con ritmos jungle y toques de city pop japonés. El estribillo es una melodía original del tema Oh Mon Amour de José el Francés, una canción publicada en 1994 y que resurge ahora, más de 30 años después, a través de este Tiempos Raros de La Plazuela. Aunque hay un detalle que se ha conservado de la versión original, y es que los coros los ha grabado la misma cantante, Chonchi Heredia.

10.- Eterna primavera

Es quizás el tema más sencillo del disco pero no por ello es menos especial. Con un tono emocional y directo, encontramos elementos de dub, jazz y mucho flamenco. De nuevo encontramos una canción reflexiva en la que se habla de inseguridades, de lo complicado que es gestionar algunas cosas dado el contexto actual y la percepción que tenemos a veces de nosotros mismos y los que nos ha tocado.

11.- Cara de Dios

En esta canción escuchamos uno de los géneros que más escuchan los integrantes de La Plazuela, la salsa. Con un inicio jazz funk, poco a poco se van introduciendo la salsa, el latin jazz y la bossa nova para conformar un tema en el que la letra nos habla de vacío, de volver a casa y de reconectar con uno mismo.

12.- Mala de verdad

Mala de verdad es una canción tan dinámica como cruda. Repleta de cambios en lo musical aunque con reminiscencias de nuevo al city pop y también al hip hop de finales de los ochenta, nos habla de los estados anímicos del desamor y de cómo de la frustración, la rabia y la confusión iniciales acabamos en una aceptación liberadora.

13.- De dos en dos

Las dos últimas canciones están unidas en el disco porque comparten una temática de la que La Plazuela nunca había hablado antes: el amor. Esta primera parte llamada De dos en dos y dedicada al desamor de una ruptura, nos habla del binomio, del equilibrio, de las dos caras de la misma moneda, de cómo algunas cosas no pueden existir sin su otra parte y de lo importante que es mantener ese equilibrio para que todo siga funcionando. Esta canción respira electro funk pero con una estructura arriesgada, sin estribillo, con un coro final que se acaba fundiendo en unos pasos que se alejan, una puerta que se cierra y nos conectan con la última canción del disco.

14.- De mi pa ti

Lo cual nos lleva a la segunda parte del amor. Después de la ruptura, un nuevo comienzo. un nuevo amor. Empezamos escuchando un sonido de naturaleza, el primero y único en todo el disco, un sonido brillante y esperanzador. De mi pa ti no solo es el final del disco sino que también es una canción ambiental y bella en su simpleza… Una carta al amor que probablemente sea el tema más romántico de La Plazuela hasta la fecha. Sin duda, la canción ideal para cerrar un disco que nos habla de emociones.

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